Feb 28, 2007

Otra vez no me soporto

Terminé el cuadro (compré el acrílico rojo) y definitivamente no quedó fantástico. Igual lo voy a colgar, hasta que me canse de mirarlo... entonces no sé que haré con él. Por ahí a alguien le guste y lo quiera colgar en su casa, al menos por un tiempo, y eso es posible que suceda, me pasa todo el tiempo conmigo misma. Claro, cuando me detesto y a otros les agrado, cosa que sucede bastante seguido, aunque es más retorcido. Sí, sí, o más de enfermita mental, aún agradándole a alguien temo no agradarle. Pero eso no es tan pelotudo como no agradarme yo a mí. Como ahora que ni puedo escribir algo bello, o feo, o raro, es decir interesante, porque estoy idiota desde que me dieron ganas de enamorarme, cuando ya había quedado con mi déspota yo en no hacerlo por un tiempo razonable, considerando que nunca estuve totalmente desenamorada y que me desespera estar sola, y que ese "sola" implica no estar enamorada estúpidamente y direccionar todas mis energías hacia alguna de esas personas capaces de enamorarse de mí, aunque en realidad no crea en el amor, sino en una asquerosa dependencia con los hombres. Por eso es que estoy idiota y no puedo escribir, aunque estoy escribiendo... Me gustaría hacerme un lavaje de cerebro y olvidarme de todo todo para siempre, y digo esto porque no me gustaría morir, aunque ahora sí.

Morir

morir
matarme a mí
borrarme o resetearme
desaparecerme u olvidarme
cagarme en mi neurosis
morir

morir
como la planta que olvidé regar cuando me fui una semana
secarme
(y volver a existir más tarde)

Pinté mi aburrimiento

Pinté un cuadro, bastante feo quedó pero igual lo voy a colgar. El lienzo estaba en blanco, igual que yo hasta que metí el pincel en el azul. Tengo una especie de obseción con el azul; terminé tapando casi todo el fondo así, solo de ese color. Después verde, ocre, naranja... mezclé algunos y se formaron matices espantosos que solo decían lo poco que sé de pintura. Descubrí que con el negro y el blanco podía mejorar esos tonos insulsos; obviamente no lo logré. Creí haberlo terminado, lo miré desde todas las perspectivas, lo di vuelta... aún no está listo, le faltan una o dos manchas rojas. Voy a comprarme un pomo de acrílico rojo. Tal vez así quede fantástico.

Al próximo que pinte lo voy a regalar.

Feb 27, 2007

Algo se me quedó atragantado...

Quiero que salga
que brote que fluya
que explote que me parta
en mil que se despegue
de mi caja torácica henchida
de mis palmas temblorosas
respiración entrecortada entre
latidos de las sienes que se
salga de mi oído y se desprenda
de mis ojos que se caiga de
mi pubis y resbale en mis
rodillas que choree por
mis pulgares y desborde
en mi garganta que
se afloje de mis pelos y
que nazca de mis senos
que agonice en mis narices que
se muera en mis talones y
resurja en tu mirada,
cuando me veas.

Adoro la esquizofrenia

Descubro la maravilla,
puedo reciclar mi alma
la puedo lavar, cepillar
hacerla caminar bajo la lluvia.
¡Que tonta tanto tiempo!
Llena de chatarra inútil transitaba
tragándome mis desperdicios...

Hoy construyo obras de ensueño
con mi propia basura vieja
reciclando mi tristeza, mi locura
mis perversas siestas.
Dejo que me atrapen pedazos rotos
y me transformo en todo
lo que antes temía.

Pura esquizofrenia escénica proyectada sobre una sombra residual.

Feb 23, 2007

Ciclotimia

Ayer casi no podía contener el llanto,
ahogada por mis siempre inútiles
inquisiciones...
Hoy me levanté, me desperté,
leí un poco el diario (que me dejan por debajo de la puerta)
pensé un poco en que LE GUSTO
y aún no se me deshace la sonrisa...

(creo que lo que más me gusta es que me diga "señorita")

Definitivamente me niego a que retorne, hoy, el llanto;
prefiero seguir en retroceso hacia mi infancia,
claro, bien seleccionada.

Amor vacacional (cuando uno está tan al pedo)

Es la fantasía del amor lo que me mata; la cruel duda acerca de su naturaleza en mí. Se hace insostenible pensar solo en patologías, también en naturalidades...
Mi ansiedad, nostalgia, angustia, miedo, frustración y hasta desesperación se ligan a esta fantasía. Lógico que todas estas manifestaciones de mi egohumano se empapan a veces de satisfacción, alegría, espectativa, ternura, cursilería, franqueza y demás manifestaciones atenuantes del dolor, para mí.
En algún momento fue un demonio mediador entre el cielo y la tierra, luego una especie de película proyectada por la enferma psiquis incompleta.
A mí me gustaría que solo tuviera que ver con el placer y con el sueño; es como siempre se me presenta debajo del manto oscuro del trauma.

Ayer volví de unas pequeñas vacaciones en Gualeguaychú.
Me enamoré dos veces.
Una de un muchacho completamente desconocido, pero muy parecido a mi padre físicamente; me enloquecieron sus manos largas y huesudas. El otro tenía cosas en común con un amor platónico anterior, pero a medida que lo invadía con mis interpretaciones compulsivas no podía evitar desligarlo de toda otra cosa. No pude investigar más; no me interesó, no tenía sentido. Solo mirarlo me llenaba; escucharlo hablar era casi un nirvana.
Sí, soy extremadamente exagerada con las emociones. A veces no me soporto.
Hoy me mandó su teléfono, creo que vamos a terminar paseando juntos por el sudeste de la ciudad.
¡Qué incomprensible esta persistente fantasía!
La enorme alegría que siento por ocupar un lugar en sus deseos, me avisa que la tristeza nos va a acompañar en el paseo.

Feb 6, 2007

"Estoy confundida" le dije avergonzada...

Hablé y no pude reprimir el llanto
hablé y no pude evitar escucharme otra vez
compasiva.
Un espanto.
compadecerse uno mismo.

Por suerte, creo, ella no me compadecía
en sus ojos mientras me escuchaba
me devolvía lo pasajero del gran mambo
lo natural del miedo eterno (claro que lo de natural es un consenso, pero no importa)
la alegría de ser la Nada...

Me entregó el tiempo
que ya tenía entre mis dedos,
mientras yo me entregaba
tan estúpida
a los dedos del tiempo, como si fuera realmente
implacable, en la propia-nuestra mente.

Finalmente me regaló mi futuro
me lo mostro dócil
incapaz de existir sin mi consentimiento,
vacío hasta que yo
decida
colorearlo a piacere...
"hay gente que se disuelve, que se diluye"
me dijo
y me ofreció la filosofía de su existencia...

Vos nunca te vas a diluir, Solcito.

Hoy me despierto
con la garganta ardida
y la nariz tapada.
me saca de mi sueño un balbuceo
simio
que cuelga sobre mi cabeza
desmayada.

Otro día.

Feb 5, 2007

Soy un papelito doblado en mil partes

doblada mi mente se hunde, se esconde tras
de sus pliegues, origámica.
doblada mi voz se mezcla
con el eco del mundo voraz, oceánica
mi mente se hunde.

mi corazón doblado se hundió un día y me dejó
en sombras de colores tristes raros tristes, a veces
de cristal, transparentes, como los anhelos que
apenas toco y como agua en el agua
se disuelven.

Feb 4, 2007

Extraño la risa

La extraño, la busco y no la encuentro
mi antigua amiga ya perdida.

Te voy a encontrar,
aunque te escondas, tan mala
te escondés de mí en mi miseria vieja.

En el límite de la inutilidad de vivir y
pensar y vivir más o menos contentos
me fumo un patético faso que
no pega, no me pega
es malo más que malo,
y aunque su favor me hiciera
seguiría lejos de mi boca extendida
mostrando los dientes
que he perdido.

leo en mi cara, en mi reflejo
desteñido,
el sarcasmo de mi risa lejos.
la llamo muda, grito sin sonido
audible.

De vacaciones se fue la turra,
hace rato que no nos vemos, juntas
mis vacaciones eran más fucsias, no
rosa desteñido como ahora
y me amenaza, a la distancia la muy guacha me amenaza
con tomarse un año sabático,
o quizá dos, o mil
y con eso tomarse mi juventud desteñida,
de a sorbitos.

Feb 2, 2007

metadesquisia

No puedo dormirme. Pienso: no quiero ser más humana. Salgo a correr para despejarme, para dejar de pensar; pero no corro, troto. Troto apoyando solo la punta de los pies, con los brazos pegados al cuerpo y la cabeza que no me pesa nada. Intento ser más veloz, despego los brazos de mis lados, intento saltar para apurarme y me caigo, de cara al piso. Me resigno y sigo trotando se puntillas, ahora los brazos cuelgan a mis costados, como muertos no me ayudan a impulsarme. Me entrego a esa lentitud y pienso: no quiero más ser humana. Un perro extraño se acerca atlético a mi lado; casi me pasa por el envión que trae su corrida pero disminuye el paso y me mira. Noto que me mira con compación, quizá teñida de asco. Me habla pero solo veo como mueve el hocico babiento, no escucho nada más que mi respiración forzosa, tengo la boca seca, quisiera tener algo de toda esa baba. El perro asume que lo ignoro y me lanza un mordisco arrancándome un brazo, lo sacude enajenado, lo mastica un poco y se lo traga casi entero; mientras, me mira satisfecho. Yo sigo trotando pero ahora me acompaña un movimiento de vaivén que se hace más pronunciado cuando doy el paso del lado en que me quedó el brazo colgando. Creo por un momento que el perro va a adelantar el paso y luego a desaparecer delante mío; pero persiste allí a mi lado, y en su expresión ha vuelto la compación. No quiero mirarlo por miedo a ofenderlo, y trato de contener el vaivén para no salpicarlo con la sangre que chorrea del hueco de mi brazo. Él se da cuenta de mi consideración y entre la espuma de su morro descubro una sonrisa. Me agito más en la respiración, las piernas no están cansadas pero siento que el pecho me va a estallar. La sonrisa de aquel perro extraño me da miedo y me contengo de mirarlo. De repente siento una embestida en uno de mis gluteos, intento acelerar el paso inútilmente, el vaivén se hace más pronunciado. Logro darme vuelta con la cabeza, sin frenar el paso; un pedazo de mi carne está en suelo y a unos metros el perro se devora otro, totalmente poseído. Pienso: no quiero ser más humana. El perro se acerca nuevamente, ha crecido, casi me alcanza en altura. Está todo cubierto de baba y sangre mía, trota como triunfante y yo no entiendo lo que sucede, me sonríe con más énfasis, como buscando mi comprensión. Ya no estoy trotando, creo que ruedo. Sin que me diera cuenta el perro me ha arrancado las dos piernas de un mordizco. Voy rodando cuesta abajo, pues la calle es empinada. De todos modos aun puedo ver a mi alrededor, es más, veo más claramente que antes, tengo a mi disposición múltiples perspectivas, y el dolor de mi pecho ha cesado. Se termina la bajada y el perro comienza a empujarme con el hocico, yo ruedo. Inesperadamente escucho una voz, me doy cuenta al instante de que se trata del perro que me ha venido devorando. Mientras termina de comerse, ya delicadamente, los últimos trozos de mi cuerpo, siento que el cemento se transforma en pasto, y el pasto en aire. Una nube verde y hedionda lo cubre todo, el perro me habla: "Aquí nos despedimos, ya nunca volveremos a encontrarnos. Quiero agradecerte lo fácil que has hecho mi trabajo. Te deseo buena suerte. Te aconsejo que te conformes con los desperdicios, son un excelente alimento, y que no te acerques nunca a los humanos, puedes poner en riesgo tu vida".