May 29, 2007

Ahogo del cenital encandilante

Qué ahogarás en tanta nube etílica me pregunto con el pánico exhausto y con la solitaria fuga a punto. Cómo se tiende repetidamente, simultáneamente a la desaparición y al nacimiento; al gesto inútil de sobrevivir con la seguridad rotunda de la muerte. La muerte del dolor izando un alma anárquica, una contrafigura del tiempo. Acallando las taras ancestrales; hundiendo la cara en el limo para lavar la pulcritud falseante, para drenar con aquella libertad en sombras la farsa de lo idéntico. Derrumbe del prisma del yo gigante que soy sos somos sin jamás llegar a ser.
Apenumbro el cenital para ver por fuera, y ese cenit se vuelve un punto extraño, titilante, que titila cada vez más apagado y se diluye entre tanta periferia iluminada.

May 28, 2007

Beso en la playa

En ese mar durmiente
en la quietud del oleaje en
la cadencia del agua poderosa
se adentraba la escollera de roca,
por la que caminábamos.
Abandonando pensamientos en esa playa
invadida de gaviotas nocturnas y
de nuestros pasos, la luna ausente.

Lo dije; nombré esa hoguera
donde hicimos crepitar las soledades,
aún en la inmensidad de cualquier
duda. Nombré y vos silencio.
Respiré y dije que venía el suspiro.
Silencio.
Suspiré. Rodeados de frío,
el beso más tibio de espaldas al tiempo,
un beso de arena adentrado
en el mar.

May 8, 2007

Juana Hébuterne

Un Modigliani de ojos vacíos
si me miro,
o si miro algún color muy mísero;
con ese cuerpo de goma
para los días de pálido espanto,
lánguida y serena por si se acercase
de nuevo
esa sombra que babea, que jadea.
Plana.
Sin alma por falta de espacio en el tapiz.
Sí.
Sin alma por falta de Espacio.